Imprevistos


Ha llegado el gran día y supongo que todos estaréis un poco nerviosos, los novios por el momento tan especial que les espera, los padrinos porque se casan sus hijos y ese es un día mágico para ellos y para el resto porque es un día de fiesta que van a compartir con gente a la que quieren.



Os encantaría que todo saliese perfecto, a quién no, pero tenéis que ser conscientes que es difícil contentar a tanta gente y que todo se puede torcer en un segundo y por la tontería más pequeña del mundo.

Por lo que es recomendable hacerse una pequeña lista con los imprevistos que pueden pasar y tener la solución a ellos, así te anticipas y aunque algo no salga como esperabas podrás tener la solución.

Si ves que esa semana el tiempo ha estado regular y no quieres arriesgar, lo mejor es intentar tener unos cuantos paraguas grandes a mano para que ni vosotros ni vuestros invitados se mojen. No des por sentado que la gente haría cosas que tú harías porque no es así. Ve siempre, un paso por delante.



La gente debería confirmarte con tiempo su asistencia, pero sabemos que pueden pasar cosas de última hora que modifiquen esa lista, por eso es conveniente invertir un poco más de tiempo en hacer un par de combinaciones de mesa diferentes por si te fallase alguien como colocarías las mesas. Revisa que todo el mundo que asiste tiene mesa, no vaya ser que alguien llegue y no tenga dónde sentarse.
Además, aunque ya lo hayas advertido al contratar el menú, sería aconsejable tener a mano una lista de las alergias alimentarias de la gente, en qué mesa se sientan y dársela otra vez al jefe de sala para que lo tenga en cuenta. Es mejor ser pesada en este tema, que no alguien tenga que salir corriendo a urgencias.

Ahora se ha puesto de moda entregar el arroz en saquitos con pétalos de flores, lo normal es que esto se prepare con antelación pero si ves que se te ha olvidado y es tarde para hacer toda esa operación, manda a algún familiar o amigo que compre arroz en cualquier sitio y que se encargue de repartirlo a la gente. A no ser que estés en un sitio muy remoto, siempre hay alguna tienda o supermercado en la que comprar arroz. En última instancia coger algún paquete, por poco que tenga, de tu casa. Y para entregarlo de una manera un poco mona, haz con medio folio un pequeño cono y rellenalos con el arroz.


Otra idea sería hacer confeti, si tienes papeles de colores en casa, aunque salgan de manera irregular se pueden recortar a mano o sino hacerlos más pequeñitos con una perforada.

Un gran imprevisto que puede ser bastante complicado de subsanar, es que no llegue el ramo. En ocasiones se puede recoger el día anterior y guardarlo en la nevera para que las flores aguanten frescas y bonitas, pero si no puedes y lo tienes que recoger el mismo día, asegúrate de que está listo, llama a primera hora a la floristería y envía a alguien a por él lo antes posible. Es difícil improvisar un ramo en casa, ya que no quedaría igual y probablemente no con las flores que habías encargado.
Si el ramo es hecho con material no perecedero, lo ideal es que te lo entreguen un par de días antes y así te aseguras que llega, si es que no puedes ir a recogerlo personalmente.

Para evitar retrasos innecesarios, se puede pensar que todo es media hora antes de la hora señalada para estar en el sitio con tiempo suficiente, tanto para los invitados como para los novios (ya he visto a invitados llegar cuando los novios estaban saliendo de la iglesia). No vaya ser que haya otra boda detrás y tengáis que hacerlo todo rápido. Esto es bueno para las que van con calma y siempre llegan tarde a todos los sitios. A parte, si no conoces el lugar, lo mejor es mirarte bien esa zona para no perderte, hoy en día con internet en el móvil todo esto es más fácil.



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