De paseo por Barcelona

De nuevo la familia Pallas nos ha guiado por las calles de Barcelona para que no nos perdamos las joyas que esta ciudad esconde. Mil gracias chicos.    

Pedro ha querido que visitemos los rincones con más encanto con los cuenta Barcelona, así que a ponerse calzado cómodo y a disfrutar del paseo.



Imprescindible perderse por el Born y el antiguo barrio judío  
Como curiosidad encontramos en la esquina de un edificio, en el barrio del Born, una de las barriadas más importantes de la época medieval, una cara de una mujer. Esto indicaba que cerca había un prostíbulo, ya que en esa época no era habitual que todo el mundo supiese leer o escribir y utilizan este tipo de reclamos para advertir aquello que querían indicar. La cara o "carassa" en catalán dio nombre a la calle donde está situada.


También pasear por el barrio gótico, te permite ver algunas cosas increíbles y descubrir historias sobre la ciudad. Por ejemplo: las torres por las que la gran mayoría accede al barrio gótico antiguamente estaban conectadas entre sí y servían como prisión hasta mediados del siglo XIX, momento en el que se derribó esa conexión entre ambas.

O también podéis ver si entráis por la calle Bisbe,  la puerta que se ha encontrado recientemente en la muralla romana, de la que se dice que se usaba para entrar y salir del recinto romano.
Además se puede visitar la Plaça del Rei + el salón del Trono + archivo de la corona de Aragón, situado también en el barrio gótico.
La actual plaza junto con el terreno donde hoy se levanta el palacio del Lloctinent formaban parte del corral del palacio real. Aun estando cerrado por una muralla, era un espacio abierto al pueblo, que se usó siglos como mercado.
La actual disposición rectangular de la plaza se atribuye a un proyecto de urbanización llevado a cabo en la segunda mitad del siglo XIV, desplazando el mercado con objeto de crear un espacio apto para la celebración de justas.
A mediados del siglo XIX el ayuntamiento encargó la reforma de la plaza, se construyó una fuente monumental, de estilo neogótico, inaugurada en1853. Entre la fuente y la capilla de Santa Ágata se instaló una columna, reconstruida con los restos de otras dos del antiguo Templo de Augusto, aparecidas tras el derribo de una casa de la calle Llibreteria.
Entre 1931 y 1934 se llevó a cabo una nueva reforma que dio a la plaza, en gran medida, su aspecto actual. Se suprimieron los árboles y la fuente neogótica. En esta misma época se trasladó aquí la Casa Padellàs, ubicada originalmente en un tramo de la calle Mercaders derribado por la apertura de la Vía Layetana. A raíz de esta reconstrucción, se descubrieron en el subsuelo de la plaza importantes restos de la ciudad romana. Este descubrimiento motivó la creación del Museo de Historia de Barcelona (MHCB), instalado en la Casa Padellàs desde 1943.

La Plaça  Sant Felip Neri, suele estar vacía y es muy tranquila para leer :-). Se erige sobre el antiguo cementerio medieval de Montjuïc del Bisbe, destruido durante la Guerra Civil Española. Se puede acceder a la plaza tomando primero la calle Sant Felip Neri y posteriormente, la calle de Sant Sever. La Iglesia de San Felipe Neri tiene anexada la casa de la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, a la cual también se puede acceder desde la misma plaza.
La plaza está rodeada de casas de estilo renacentista. En el centro de la plaza se encuentra una fuente de agua con base octogonal que contaba con una escultura de un niño en la parte superior que desapareció hace muchos años.
En las paredes de la Iglesia de San Felipe Neri todavía se pueden ver agujeros de la metralla de una bomba lanzada durante la Guerra Civil. Fue el 30 de enero de 1938 cuando el artefacto explotó donde ahora está la plaza y destrozando totalmente las casas adyacentes a la plaza.

En la Carrer Montcada nos encontramos con varios palacios de los siglos XIV y XVIII, ya que en la época medieval se convirtió en la zona burguesa por excelencia. Hoy en día en esta calle se pueden visitar varios palacios convertidos en museos y entrar a los patios de estas casas señoriales. El palacio de Berenguer de Aguilar, se han convertido en la sede del Museo Picasso, el Cervelló-Giudice, alberga la Galería Maeght y de los Marqueses de Llió, el Museo Rocamora de la Indumentaria, entre otros.

La Plaça del Pi y la Plaça Sant Josep Oriol en día de mercado.
En la plaza del Pi, podemos ver un edificio que tiene el esgrafiado más antiguo de Barcelona, hecho con arena de playa (restaurado actualmente).
La Plaça Sant Josep Oriol, un lugar característico en el que te puedes sentar en alguna de sus terrazas y disfrutar de la colorida y pequeña plaza. Además varios artistas la utilizan como sala de exposiciones o taller de pintura, lo que le da un toque bohemio a la plaza.

El laberinto de Horta, es un jardín histórico ubicado en el distrito de Horta-Guinardó,  el más antiguo que se conserva en la ciudad. Se encuentra en la antigua finca de la familia Desvalls, cerca de la sierra de Collserola. Iniciado en 1794 y acabado en su primera fase en 1808, fue obra del  Domenico Bagutti. El parque incluye un jardín neoclásico del siglo XVIII y un jardín romántico del siglo XIX.


El Parque Güell, un lugar en el que perderse y disfrutar de las maravillosas vistas de la ciudad y de los encantos propios del parque. Merece la pena ir pronto para no encontrarte con mucha gente y  poder pasear tranquilamente.  Para llegar en transporte público se puede coger el metro “Lesseps”, línea 3 y seguir las indicaciones de los paneles turísticos. Y si optáis por ir en autobús, tenéis las líneas 24, 31, 32, H6, 92, el bus del barri 112 y el bus turístico línea azul.







La Plaza de Cataluña, es la tercera plaza más grande de España. Constituye el punto de unión entre el núcleo viejo de la ciudad y el ensanche. De aquí parten importantes vías de la ciudad como la Rambla, el paseo de Gracia, la Rambla de Cataluña o las Rondas de Universidad y de Sant Pere, y la calle Pelayo, así como la avenida de Portal del Ángel, la gran arteria comercial de la ciudad, y antigua puerta de las murallas.



La Casa Batlló, situado en el número 43 del Paseo de Gracia. Es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfecciona su estilo personal, inspirándose en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en los profundos análisis efectuados por Gaudí de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica.


Y cómo no acercarse a ver la Sagrada Familia, uno de los símbolos de la ciudad de Barcelona. 
























Por la noche merece la pena acercarse a la Plaza España para ver el espectáculo que hay de luces y sonido en sus fuentes. Una maravilla. 





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