Especial CERDEÑA

Para aquellos que aún no hayan decidido destino para las vacaciones, aquí les tentamos con un destino ideal CERDEÑA. Nos dejamos llevar de la mano de una experta. Roberta mil gracias por este post de tu tierra, a la que seguro volveré. 


Cerdeña es una isla única y maravillosa, llena de tesoros paisajísticos, gastronómicos y culturales que unidos con la hospitalidad y el carácter cercano de su gente hacen de ella un lugar mágico.

Adaptada a todo tipo de viajero tanto si se busca turismo de playa y diversión, como una estancia más relajada y familiar.


Para los amantes del mar sugiero que se visite entre los meses de Mayo-Junio y Septiembre ya que en la temporada invernal el clima puede ser bastante frío y desapacible y las actividades costeras escasean. Sin embargo el otoño sardo se enriquece de perfumes especiales de mirto, de madroño y porque no, de su famoso cochinillo y sus campos son más verdes y frondosos que nunca, lo cual hace de la visita a las zonas montañosas una experiencia cautivadora.

El  noroeste de la isla merece la pena ser descubierto por muchas razones…


El aeropuerto principal es el de Alghero, que conecta con España gracias a los vuelos directos de Ryanair desde Girona (rutas disponibles diariamente) y Madrid (con vuelos 2 veces por semana, habitualmente los martes y los sábados).

El medio de transporte principal para desplazarse es el coche ya que la calidad y la frecuencia de la red de trenes y autobuses de la isla deja mucho que desear, por lo tanto lo más cómodo para recorrer sus ciudades y sus playas es alquilando un vehículo.



De Alghero lo más característico es su casco antiguo, que data el siglo XII, con sus callejuelas adoquinadas, su muralla que se asoma al mar y la dominación catalana que aún se refleja en muchos rincones. Especialmente recomendable las vistas de la bahía desde los restaurantes “Osteria Macchiavello” y “Angedras”, donde se puede saborear las especialidades de pastas y pescados típicas de la ciudad.



Bajo el punto de vista gastronómico es absolutamente necesario visitar los tradicionales agriturismos: casas rurales gestionadas por núcleos familiares que se dedican principalmente a la ganadería y a la agricultura y que ofrecen servicios de comida a precios muy razonables. En este sentido un magnífico ejemplo de cocina tradicional en un entorno rural es el Agriturismo Sa Mandra (http://www.aziendasamandra.it/), que ofrece menús degustación de quesos, embutidos, pasta fresca y carnes hechas a la brasa…mmmm todo riquísimo!

Dejemos de lado la comida que el sonido de mis tripas no me deja ni pensar… y hablemos de las playas de la zona. Por su cercanía al centro urbano sardo-catalán las más pobladas en verano son las de Mugoni y Maria Pia, pero las que atraen mayormente por sus aguas cristalinas y su arena blanca son las de Le Bombarde y Lazzaretto, ambas alcanzables en coche. Existen además perturbadoras y salvajes calas que se pueden visitar solo alquilando una zodiac (en italiano “gommone”) o contratando los servicios de rutas organizadas que por 40 o 50 euros por persona ofrecen recorridos por la costa con comida incluida a bordo.


Imprescindible acercarse al promontorio de Capo Caccia y visitar las Grutas de Neptuno, formación caliza descubierta hace 500 años por unos pescadores lugareños a la que se puede acceder o bien en barco desde el puerto de Alghero o bien bajando los 650 escalones escavados en la roca que llegan hasta el nivel del mar donde se sitúa la entrada de la gruta (es un pequeño esfuerzo físico que merece la pena porque las vistas del acantilado son ¡espectaculares!).



Alghero es famosa también por su vida nocturna, a empezar por el ambientado paseo por el centro donde es de obligado cumplimiento probar helados y granizados gustosísimos y continuar hasta muy avanzada la noche en algunas de las más conocidas discotecas de la isla tal como La Siesta o El Ruscello.

El segundo destino más turístico en los alrededores es Stintino, situada en la punta noroeste de Cerdeña, cuya playa más conocida es La Pelosa, muy frecuentada por los habitantes de la región pero también muy apreciada por los turistas por el color de sus aguas y por su arena blanca finísima. También en este caso se llega con coche y hay que ser especialmente pacientes a la hora de buscar aparcamiento porque en hora punta suele estar abarrotado además de carísimo ya que el coste del estacionamiento es de 2 euros/hora durante el fin de semana, único defecto de este paraíso terrenal.


Desde el puerto de Stintino es posible coger un ferry que lleva al Parque Nacional del Asinara en el extremo norte del cabo, en el que se puede apreciar gran variedad de flora y fauna, entre la cual es reseñable el asno albino salvaje (una monada!!). 













También hay una visita guiada del complejo carcelario activo hasta el 1998 y que desde entonces está en desuso. Existe bastante variedad de formas para explorar este parque, pero las más recomendables son a caballo, en bici, en todoterreno y sobre todo con catamarán, actividad que también permite conocer la belleza de esta área  marina protegida bañándose en sus maravillosas aguas. En temporada alta el precio para un día entero es algo elevado (80 euros por barba), pero la experiencia es única y encima se ofrece comida típica a bordo.










Recorriendo la costa desde Stintino se llega a la playa por excelencia del pueblo sassarese (Sassari es la capital de la provincia), la de “toda la vida”: Platamona, una lengua de arena de 30 km comprendida entre las ciudades de Porto Torres y Sorso. Se trata en este caso de un mar algo más encrespado y rebelde respecto a los anteriores pero su playa es muy espaciosa y acoge a muchas familias de los pueblos aledaños. Estrenado recientemente y gestionado por hábil personal está el restaurante La Risacca, ubicado en la Marina de Sorso, ofrece buenas vistas y una cocina excelente con platos de pescados y marisco muy frescos y suculentos.

Finalmente no hay que olvidar una rápida visita a la ciudad más importante de esta zona: Sassari, que con sus iglesias y edificios históricos es una pieza fundamental del panorama del Norte de la isla.


En particular debo de hacer mención de su catedral de estilo barroco, la fuente de Rosello y la piazza de Italia recién restaurada. Para comer es indispensable pararse en cualquiera de las miles de pizzerías distribuidas por toda la ciudad, entre las cuales es especialmente peculiar la pizza al metro (Che faró en la calle Usai) mientras que para un optimo plato de pasta con muchas variedades de salsas  está el restaurante Da Sandrino, además los precios son muy asequibles, ¿qué más se puede pedir?
¡No hay que esperar ni un minuto más! Reserva tus vacaciones en Cerdeña y descubrirás que soñar con los ajos abiertos es posible!

Mil gracias Roberta


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