Todos los días de mi vida...


Y la frase tiene toda la razón, “..., amarte y respetarte, todos los días de mi vida...”, así se sellaba la historia de amor de dos personas que decidieron hace 50 años casarse y formar una bonita familia con la que seguir compartiendo su amor. 

Se acerca ese gran momento de la celebración de las bodas de oro de esta maravillosa pareja y él hizo algo que en su día hubiera querido hacer y no pudo, aunque esta vez sería diferente ya que tenía ayuda. Sus hijos y nietos estaban en el ajo para sorprender a la mujer que es y seguirá siendo el amor de su vida. 

Era la noche antes de reyes, la familia se juntó para pasar un rato y cenar, ella no sabía nada estaba disfrutando de la noche como otras tantas que se juntaban, pero de repente él se arrodillo, sacó un anillo y le hizo la temida pregunta, ¿quieres casarte conmigo?


Seguro que estaba nervioso, ya que le hubiera gustado hacerlo también hace 50 años, pero no pudo ser y siempre quiso darle a la mujer de su vida este momento. 

Como os decía su familia le ayudó y es que sus adorables nietas eran las portadoras de los carteles con la gran pregunta…. 


Por supuesto ella dijo que sí, y ahora están disfrutando de nuevo de esos momentos previos a la boda, porque van a hacer una celebración íntima y luego se va toda la familia de crucero para celebrarlo. 

Ésta es una historia real, son los padres de un amigo y cuando me lo contó no pude resistirme a contar su historia, porque tras tantos años juntos, 4 hijos, muchos nietos, el amor en esta pareja sigue tan fuerte como el primer día y no han perdido el romanticismo. 

¿Tenéis historias románticas? contádnoslas.

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