¿Bodas de día o de noche?

Aunque ya sabemos que el tiempo se va a pasar en ambos casos demasiado rápido, parece que de día se aprovecha más. Una de las preguntas que hay que hacerse cuando se empieza a planificar la boda es, ¿cuándo queremos casarnos, de día o de tarde?

Ambas opciones tienen sus pros y sus contras, solo hay que pensar que es lo que más os apetece.

De día hay más horas de luz para hacer muchas fotos. Hay más tiempo para estar con la gente y hacer más cosas, y es que aunque las barras libres suelen acabar pronto en estos casos, es habitual que los novios hayan reservado o tengan un sitio al que ir después y alargar allí la noche con cena incluida. 



Un punto a favor para los invitados es que no se suele trasnochar tanto, la gente se retira a una hora prudencial, después de llevar todo el día de fiesta. Lo que a ciertas edades se agradece para al día siguiente pasar mejor la resaca o si tienes que viajar que puedas descansar un poco. 

A los novios no les da tiempo a pensar en nada, según se levantan ya están preparándose. 

Si tienes invitados que tengan que desplazarse, en muchos casos es probable que tengan que hacerlo la noche anterior, lo que implica dos noches de hotel. En este caso muchos novios optan por hacer alguna cena de picoteo o juntarse un rato la noche antes para estar con los invitados. Y esto puede servir para ver y charlar con los primeros en llegar ya que al día siguiente será más complicado estar con todos los invitados aunque sea un ratito pequeño. 


De tarde puede ser más bucólico, con la puesta de sol, las fotos al atardecer son maravillosas, juegos de sombras y luces.

Te permite jugar con las luces del establecimiento donde celebres la boda, pequeñas bombillas colgadas en hilera, tiestos con luz, faroles… cantidad de posibilidades todas ellas maravillosas. 



Los invitados, por otro lado, si tienen que desplazarse pueden hacerlo el mismo día. En lugar de dar de cenar a los invitados, puedes darles el desayuno, un chocolate con churros, unos mini bollitos…

Para los novios mucha más tranquilidad y sin madrugones para prepararse. Para las personas nerviosas, esto igual les puede desquiciar, estar toda la mañana pensando y esperando…

He de decir que es un misterio lo tranquil@ que se está ese día, hasta que pones un pie en la iglesia, que ahí te tiembla hasta el pelo de la nuca que tienes enredado en una horquilla dentro del moño, que no sabes ni cómo te vas a quitar luego. 

Cualquier opción que elijas será estupenda, solo tienes que escoger una.


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