Mirando los detalles

En todas las cosas que hacemos en nuestro día a día, las cositas más pequeñitas que por sí solas parecen que no son nada, en el conjunto ayudan a que todo sea más grande y mejor. Estos pequeños detallitos, o gestos son los que marcan la diferencia. Por ese motivo en el gran día no os olvidéis de que las pequeñas cosas hacen el conjunto grande, esos pequeños detalles que harán que vuestros invitados no olviden vuestro día en años. 

Siempre recordando que menos es más, no vayamos a llenar la boda de cositas que no sepas ni dónde mirar, ni qué hacer. 

Por ejemplo, personalizar algunas cosillas puede ser una buena idea, como por ejemplo las etiquetas de las botellas de agua del cóctel, o de las cervezas. 

Dejar una cestita en los aseos, es un detalle pequeño, que lleva poco tiempo, y que los invitados aprecian mucho. 

Poner un detalle en la mesa para los invitados, ya sea un regalito solidario, como las narices de payaso de la Fundación Theodora; o las pulseras/pajaritas de Pulseras Rosas; o bien una pequeña nota escrita por los novios, muy emotivo, aunque recuerda que tienes que hacer una para cada invitado y no puedes dejarlo para última hora. 

Los meseros, otro punto en el que puedes ponerte creativo, puedes poner un texto que recuerde cosas que hayáis vivido juntos. 

Poner fotos de los invitados con los novios, para que luego cada uno se pueda llevar en aquella que sale, se pueden poner en varias cuerdas, o tipo árbol de los recuerdos, o en un biombo, o colgadas de globos con helio. 

Dar pulseras fluorescentes a los invitados, para que durante el baile se las puedan poner, no lucirán eternamente pero tendrás una fiesta de lo más colorida.