Una semana en Nueva York III

La zona de Highline, es un parque que han creado donde estaban las antiguas vías del tren. Hace ya unos años, cuando empezaron a convivir los coches y los trenes decidieron poner un paso elevado para el tren con el fin de evitar más accidentes. Cuando el tren dejó de funcionar lo transformaron en un paseo manteniendo las vías en muchos puntos. La parte norte es la más industrial, al final te encontrarás en el Meatpacking District en Chelsea con muchas tiendas, el mercado de Chelsea que es bastante impresionante, ya que han reconvertido la antigua fábrica de Nabisco en un mercado con distintos puestos de restauración y tiendas, no te lo puedes perder. 

Además, en las plantas altas siguen todavía empresas como YouTube o enfrente Google. 



En Madison Square, encontramos Eataly, otro mercado, en este caso italiano, en el que encontrarás zona tipo supermercado para comprar, puestos de comida y además en el piso 14 hay un restaurante con bonitas vistas de Madison Square, del Flatiron… Es mejor ir en verano que tienen la terraza abierta, en invierno tiene una decoración navideña muy bonita 

Seguimos con nuestro paseo, descubriendo nuevas zonas, como la parte baja de Manhattan donde está el distrito Financiero, Battery Park…


Decidimos desayunar en Doutghnout Plant, un lugar en la calle 23th con la 6ª, en la que poder degustar riquísimos donuts, normales, cuadrados, de tartas, como por ejemplo de red velvet, carrot cake… me comería uno ahora mismo. Muy recomendable, debe haber alguno más por la ciudad, no os los perdáis. 



Tras este gran desayuno, continuamos bajando por la 6ª, continuando por Church y por Whitehall donde nos encontramos en con el Toro de Wall Street, Battery Park y con la terminal de ferry que puede llevarnos hasta Staten Island y poder ver la Estatua de la Libertad, de forma gratuita. No pasas muy muy cerca pero lo suficiente como para poder verla. Nosotros no fuimos a Ellis Island ya que la gente nos había comentado que no merecía la pena, pero esto es como todo, para gustos, los colores. 

 



De vuelta ya en Manhattan, y habiendo disfrutado desde el agua del skyline, nos sumergimos de lleno en el distrito financiero, es impresionante la cantidad de rascacielos que hay, te sientes como una hormiguita. Pero dentro de toda la inmensidad, encontramos la calle Stone Street, una calle pequeñita llena de bares, empedrada y peatonal que parece sacada de un cuento, en verano se llena de las terrazas de los bares. Y cerca de aquí está la calle Wall Street con el edificio de la Bolsa. 






El jardín elevado, el Museo del 11 de septiembre, el Oculus y el One World que es el mirador más alto de la ciudad, son por ahora los edificios que encontramos en la Zona Cero, siguen en construcción. El Oculus es un edificio de Calatrava que alberga un centro comercial, por fuera el edificio destaca entre tanto rascacielos, y según dicen es un pájaro levantando el vuelo en la mano de un niño…



Completan el lugar las fuentes ubicadas donde estaban las Torres Gemelas, seguramente muchos recordáis ese día, es impresionante y muy duro verlo y recordar todo aquello. El bullicio de la ciudad parece pararse en este entorno y a pesar del ruido de las obras de los edificios que siguen construyendo, es como muy silencioso, un poco triste, no sé cómo expresarlo de otra manera. 



Paseando por allí vimos que había rosas blancas en algunos nombres y un voluntario que están por la zona para explicar la historia a los turistas, se acercó y muy amable nos contó que esas rosas las ponían ellos el día del cumpleaños de las víctimas y le hacen una foto y se las mandan a la familia, toda la ciudad recuerda estas personas y nos parece un gesto muy bonito.


También está muy cerca la iglesia que se mantuvo en pie durante el derrumbamiento y donde mucha gente se refugió. 



También en la zona del sur de Manhattan, puedes disfrutar de un bonito atardecer con el puente y Brooklyn como fondo. Justo en Battery Park puedes coger Water St hasta llegar al South Street Seaport, donde encontrarás otro oasis de casas bajitas típicas de otra época, donde hay muchas tiendecillas y bares. 




En Roosevelt Island, tuvimos la mala suerte que diluvió y no nos permitió disfrutar mucho. Se puede llegar en metro, o en teleférico, lo cual es una muy buena opción ya que es algo diferente que no esperas encontrar en esta ciudad. Puedes coger el teleférico en la 60th y cuesta lo mismo que el ticket de metro. Ese mismo día con el tiempo tan maravilloso que tuvimos, decidimos dar una vuelta por Macy’s que es parecido a El Corte Inglés de aquí. No compramos nada, ya que los precios no me parecían tan baratos como había oído, estaban similares aquí.



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