Momento compra vestido
Normalmente las nuevas colecciones
comienzan a verse, en internet, en
junio-julio y en tienda a partir de septiembre la mayoría ya tienen la colección
completa.
Es un momento divertido, emotivo y
complicado. Si eres de las suertudas que tiene muy claro lo que quiere y que lo
encuentra en poco tiempo estupendo, pero como seas de las indecisas ya puedes
prepararte para recorrer tiendas y tiendas.
Hay que reconocer que no es fácil
porque al final te estas comprando un vestido, que no es nada barato, que sólo
te vas a poner un día y que quieres que sea espectacular o que por lo menos
deje al novio con la boca abierta según te vea.
No sé si leísteis el post de los
vestidos y las telas, pero ya estaréis comprobando que hay millones de tejidos
y un sinfín de formas. Hay ocasiones en las que tienes una idea de lo que
quieres o te gustaría y sales de la tienda habiendo escogido uno que nada tiene
que ver con lo que pensabas. Pero es que muchas veces en la percha no te dice
nada y puesto cambia por completo.
La elección de las personas que te
acompañan también es importante, cuanta menos gente mejor y que sean de
confianza que te puedan decir abiertamente lo que opinan y que en un momento de
duda te ayuden. Yo fui con mi madre, mi hermana y mi mejor amiga: por la mañana
solo estábamos la familia y a la tarde se unió mi amiga, una pena porque tenía
duda con dos cada uno de una tienda y mi amiga no pudo ver el de la primera
tienda (que fue el que finalmente elegí).
No sé si soy un bicho raro o qué,
pero no tuve la sensación que he oído en muchas novias que sabían exactamente
cuándo se lo probaron que ese sería el vestido. Sí que tenía claro cuáles eran
con los que no me sentía a gusto, o porque no me gustaba como quedaban, o
porque pesaban, o no me dejaban libertad de movimientos, etc….
Pasé una semana pensando en los dos
vestidos, y acabé volviendo a probármelos esta vez pasando menos tiempo entre
uno y otro. Aun así costaba la decisión y finalmente entre la dependienta que
no se creía que me gustaran dos vestidos por igual, y mi madre que empezó a hacerme
preguntas, pude elegir y el ganador fue el tercer vestido de los 17 o 20 que me
probé. Mi hermana se pronunció algo más tarde por mensaje, diciéndome que las
dos veces que me había visto en el espejo con el vestido se había aguantado las
ganas de llorar, lo que me sirvió para saber que había elegido correctamente.
Si el presupuesto es ajustado una
buena opción es aprovechar las ferias, suelen llevar bastantes de los que
tienen en la tienda y hacen alguna rebajilla o ir directamente a la tienda en
fechas de feria porque también suelen aplicar la rebaja, que por poco que sea
algo ayuda.
Y sobre todo disfrutar de ese
momento, es muy divertido y porque cómo muchas otras cosas de la organización
de la boda, se vuelve único e irrepetible.
Comentarios
Publicar un comentario