Fiestas infantiles

En muchas ocasiones, te vuelves loco para ver qué hacer con los niños un día que hace malo, en una celebración de cumpleaños…

Y aunque se han puesto de moda los recintos que cuentan con muchas instalaciones y sitios para comer especializados en niños, ¿dónde quedaron aquellos cumpleaños celebrados en casa y con la imaginación de una madre para que todo el mundo disfrutase? ¿Y por qué todos los recordamos con tanto cariño? Intentemos volver a eso, siempre que nos sea posible y no se convierta en una tortura para los padres, claro está.

Algunas ideas para hacer esas pequeñas fiestas pueden ser:

A parte de la típica merendola con bocadillitos y un montón de patatas, pandilla drakis, pelotazos, fritos y demás chucherías…. Hay que intentar que ellos se lo pasen bien, y tener preparados varios jueguecillos que poco tiempo llevan de organizar y mucho de pasarlo bien.

Uno de ellos, el juego de los globos, puede tener varias versiones, dependiendo del espacio disponible: para espacios grandes, se atan los globos en una cuerda y los niños deberán pincharlos al pasar por debajo, para espacios pequeños, se atan los globos al tobillo de cada niño y tienen que pisar el del contrario. Cada globo llevará dentro algún regalito pequeño que previamente se ha metido en él.

Circuito, si tienes el espacio suficiente, puedes hacer un pequeño circuito para que lo recorran con la bici, en patines, o incluso a pie, y que por el camino vayan recorriendo pistas/regalos.

Con menos espacio, el típico ponle la cola al burro, se puede actualizar por: pone la cola al dragón, o el sombrero a Indiana Jones, o incluso la varita al hada. Sólo hay que hacer un dibujo o pegar una imagen del personaje elegido en una cartulina, después en otra cartulina hacer el dibujo de lo que se va a pegar y ponerle una chincheta. Colocar la cartulina grande en un lugar accesible para los peques y en el que se puedan pinchar sin problemas. El que quiera probar fortuna tendrá que vendarse los ojos e intentar acertar donde va el objeto a pegar. Puede tener un pequeño lazarillo que le vaya ayudando o simplemente guiarse por lo que ha visto antes de cerrar los ojos.

Otra opción es hacer un pequeño taller de manualidades con ellos, les tendrás entretenidos y además luego se van a llevar a casa lo que hayan hecho como recuerdo.