De paseo por Menorca

La segunda en extensión de las islas Baleares, famosa por sus calas con aguas de color turquesa. Pero hay más que ver en esta magnífica isla. Hoy nos vamos de paseo por diferentes lugares.

Empezamos hablando del pequeño pueblo de pescadores que aunque no sea muy antiguo tiene un encanto particular con sus estrechas calles y sus casas encaladas. Binibeca. Durante el paseo podréis ver los balcones llenos de flores y el sonido de mar de fondo.


Otra ciudad indispensable es Ciudadela, que puede ser de las más animada de la isla. Deberéis perderos por sus callejuelas del centro histórico donde encontraréis lugares únicos como la Catedral construida sobre una antigua mezquita, la plaza del Borne con su obelisco conmemoración de la defensa de un ataque turco, la plaza de Ses Volters, el Mercado des Peix, la plaza de la Esplanada, el castillo de San Nicolás, construido para defender el puerto de la ciudad, el puerto que es uno de los lugares más emblemáticos de la isla.



Mahón, la capital de la isla y el punto de acceso a la isla, por lo que también es una ciudad con mucho ambiente.

Durante tu paseo por sus calles podrás observar lugares tan bonitos como el edificio del Ayuntamiento, la iglesia Santa María, el Bastión de Sant Roc, un resto de la muralla de que rodeaba la ciudad, la Iglesia de San Francesc y el puerto, en el que pasear a lo largo de sus 6km o sentarte a descansar en algunas de sus muchas terrazas.



A 15 mins de Mahón podéis ver la Fortaleza de Mola, una visita que merece la pena. Se construyó para repeler los ataques británicos, aunque nunca se produjo ataque alguno, llegando a convertirse en unos de los mejores ejemplos de la arquitectura militar de la época. Calcula bien el tiempo que le dedicas a visitarlo ya que puede alargarse un par de horas, ya que recorres diversas estancias, algunas subterráneas. Es una visita interesante.


Otro de los puntos clave en la defensa de la isla es el es el Fuerte de Marlborough, situado a 12 mins de Mahón.

Fornells, pueblo de pescadores situado al norte de la isla, con un precioso puerto y unas bonitas vistas del Mediterráneo desde la Torre de Fornells, construida por los ingleses. Es el lugar ideal para probar la caldereta de langosta, tan famosa en la gastronomía de la isla.


Alaior, este pueblo del interior destaca por su tranquilidad, buena gastronomía y arquitectura tradicional.


Sant Lluís fue fundado por los franceses, sus casas pintadas de blanco y su molino son sus principales atractivos.


Es Castell, uno de los pueblos más interesantes, donde podrás disfrutar de las noches en su animado puerto. Conserva gran parte de su arquitectura del periodo británico, el Castillo de San Felip, el Fuerte Marlborough o la Torre d’en Penjat.

Si eres más de amaneceres que de atardeceres este es tu sitio ideal ya que es el primer lugar de la isla que ve el sol.



En la isla podemos encontrar varios monumentos Talayónicos, construcciones circulares que se elevan varios metros del suelo y sus taulas, que son unas rocas gigantescas colocadas en forma de ‘T’ y que se sabe que eran lugares donde practicaban rituales y sacrificios.

A 5 km de Ciudadela podemos ver uno de ellos que es La Naveta des Tudons, con el monumento funerario más importante de la isla. También se pueden visitar: Cornia Nou, donde está el talayot más grande de la isla. Torralba d’en Salord que es el conjunto prehistórico más grande de la isla y de los más espectaculares. Tienen visitas nocturnas. El Poblado talayótico de Trepucó, el Talatí de Dalt o la Torre d’en Galmés. 




Pont d’en Gil, es un puente de roca natural, ubicado cerca de Ciudadela, que como podréis observar forma un paisaje increíble. Si quieres ver el atardecer no lo dejes para última hora ya que está bastante concurrido y es difícil aparcar. Se recomienda llevar calzado cómodo.

También se puede llegar en barco, cruzarlo y hacer snorkel por la zona.



La Cova d’en Xoroi, también es otro de los imprescindibles de la isla. Es un buen lugar para ver el atardecer desde el bar que por la noche se convierte en discoteca. No es barato que se diga y suele estar bastante concurrido pero es una experiencia única. Situada en la Cala en Porter.




Desde Monte Toro tendréis unas increíbles vistas de la isla, es el punto más alto, 358m altura, con una panorámica de 360. Podéis visitar también el Santuario de la Virgen del Toro junto al mirador.





Lithica o Canteras de s’Hostal, es un rincón curioso de la isla. Lithica viene de ‘lithos‘, que significa piedra y hace referencia a la piedra de marés, el material que se utilizaba en la construcción de las casas. La cantera fue abandonada pero la han recuperado para crear este espacio cultural homenajeando a la piedra de marés. Podréis ver las enormes paredes que fueron utilizadas para extraer este material.



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