De paseo por Zamora

Zamora, se alza sobre una meseta rocosa al borde del río Duero. Su casco antiguo está declarado conjunto histórico-artístico.


Es una ciudad cómoda para recorrer a pie, por lo que prepara buen calzado y ganas de pasear para recorrer todas las maravillas que esconde, arquitectura románica, centro histórico medieval, vistas sobre el río Duero...

Puedes hacer fácilmente el paseo en una mañana, o estirarlo un poco en todo el día si vas con calma, paras a visitar algún museo o a degustar algunas de las ricas tapas que hay en la ciudad.

Durante el paseo puedes ver: 

La Plaza Mayor ubicada en el casco antiguo, donde verás el viejo Ayuntamiento, el nuevo justo enfrente, la estatua del Merlú, imagen de la Semana Santa, la Iglesia de San Juan Bautista o de Puerta Nueva.


Aquí puedes hacer dos desvíos antes de seguir el paseo hasta el castillo:
  • Pasear por la calle Balborraz, una de las más antiguas de la ciudad y ubicada junto al Ayuntamiento Viejo, que baja hasta el río donde podrás caminar hasta el puente de Piedra o volver a la plaza mayor y seguir.

 

  • Por la calle de la Reina, llegar a la plaza de la Leña, para ver la puerta de Zambraño o Doña Urraca que pertenecen al primer recinto amurallado de la ciudad, y volver a la Plaza Mayor.

Por la calle de Ramos Carrión, llegaríamos hasta la plaza de Viriato, donde se ubica el palacio de los Condes de Alba y Aliste, hoy convertido en parador. Continuando el camino hacía el castillo por la Rúa de los Francos, veremos la iglesia de la Magdalena, que es una de las más importantes de la ciudad y la de San Ildefonso un poco más abajo en la misma calle.

Desde la Plaza de Arias Gonzalo podemos acceder al Mirador del Troncoso, desde donde obtendremos unas magníficas vistas del río Duero y el puente de Piedra.

El paseo sigue por la calle del Corral de Campanas, para llegar hasta la Catedral, por el camino podremos ver la conocida “casa del Cid” donde, según dice la tradición, se crió el caballero. Junto a la Casa del Cid se ubica la Puerta del Obispo o de Olivares, una de las más antiguas de la ciudad, hasta aquí llegaba la calzada romana que procedía de Mérida.



Y detrás de la Catedral se encuentra el castillo, los restos que se conservan de lo que fue un castillo defensivo, con alguna torre, fosos, parte de muralla…


Podemos concluir el paseo en las Aceñas de Olivares, antiguos molinos de harina de trigo, que hoy en día se pueden visitar. Puedes acceder volviendo a la Catedral, cruzando la Puerta del Obispo.


Para completar tu visita no puedes perderte:

El palacio de Momos, en la plaza Zorrilla, fue usado como casa de arrieros y mesón, alberga el Palacio de Justicia. Aunque no se puede visitar, la fachada es impresionante.

También las iglesias de San Cipriano, Santa María Nueva, Santiago del Burgo, el parque de San Martín y el parque de los 3 árboles junto al río.



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