Ruta por Galicia (parte 2)

Nuestra siguiente parada es en O Barqueiro que cuenta con una de las rí­as más desconocidas de Galicia. Este pequeño pueblo hace de separación natural entre las provincias de A Coruña y Lugo. La Ría de O Barqueiro es una de las más pequeñas de Galicia, pero también de las más bonitas dando lugar a una sucesión de tramos de costa de belleza inigualable. 




Continuamos hasta el faro de Estaca de Bares, a unos 12 minutos de O Barqueiro, un lugar increíble, donde desconectar, relajar la vista en el inmenso mar, y disfrutar con los acantilados que verás a ambos lados. A mí, personalmente, me dejó sin palabras este lugar, y con ganas de quedarme sentada durante horas a ver la inmensidad, pero claro para gustos los colores. No coincidió, pero seguro que es un lugar increíble para ver un atardecer… 



Marca la frontera hidrográfica entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico. El antiguo edificio del semáforo de bares, que era una construcción militar, se ha convertido en un hotel. 


Otro lugar increíble, en el que se respira tranquilidad son los acantilados de Lobeira, en Ortigueira, un lugar que se ha hecho famoso por las redes sociales, tras una foto sacada al “mejor banco del mundo” en un concurso de fotografía. 



El cabo Ortegal lo encontraremos al final de la carretera que parte desde Cariño y termina el segundo punto más septentrional de la península, tras el vecino Estaca de Bares. El cabo transmite una sensación curiosa, las rocas que forman el cabo tienen 1.160 millones de años de antigüedad. Se accede a través de una pequeña carretera con curvas, hay aparcamiento al final del camino casi junto al faro. 



Y parece que me repito pero es que la zona es increíble, no hay lugar que no te permita desconectar, y no pensar en nada que en la inmensidad del mar y las montañas por las que te ves rodeado. Y los acantilados de Vixia de Herbeira son otro de esos lugares mágicos, rodeados de un bosque eólico, y es que no veo lugar mejor, porque parece que siempre sopla el viento. Te recomiendo llevar una chaqueta, por muy bueno que haga. 



Están considerados unos de los más altos de Europa, pues se elevan 612 metros por encima de las aguas del Atlántico. En realidad no es una pared cortada a pico, sino una ladera muy pronunciada. La casita que verás fue construida en el siglo XVIII dentro de una red de puestos de vigilancia costera. Un murete de piedra la rodea y previene de vértigos. 


11 minutos y una carretera por un paraje precioso separan los acantilados de San Andrés de Teixido, un santuario gallego fundado en el siglo XI, el segundo lugar de peregrinación más famoso de Galicia. Es un pequeñito pueblo muy curioso. El parking está a la entrada del pueblo, bajando una cuesta empiezas el paseo por caminos empedrados y calles estrechas. Es muy curioso, y con bonitas vistas. 







Comentarios

Vistas de página en total