3 días en Praga (Día 1)


Tras muchos años oyendo, “te voy a llevar a Praga, es muy bonito….” Por fin llegó el día de pasar 3 días en Praga. Con un buen madrugón para coger el avión a las 6.15 de la mañana y poder aprovechar todo el sábado empezamos nuestro viaje. 




Llegar al centro desde el aeropuerto es de lo más sencillo. Depende de dónde vayas puedes coger el autobús 119 que para en la estación de Nadrazi Veleslavin donde puedes coger la línea A de metro para llegar hasta el centro. Más o menos unos 40-45 minutos. El metro es muy sencillo, las escaleras llegan a un único anden y ya tienes las señales indicando hacia qué lado va cada andén. No tiene perdida. 


Si tu hotel se encuentra más cerca de la línea B de metro, tienes que coger el autobús 100 hasta Zlicin, es el principio de la línea B. 


El autobús cuesta 32czk (1.34€) y el billete es válido durante 90 minutos para todos los viajes que quieras, tienes que validarlo al subir al autobús. Se puede comprar en máquinas en el mismo andén de espera, dentro del aeropuerto y hay un punto de venta también cerca de la salida. 




DÍA 1: 



Nosotros empezamos nuestra visita en la plaza Vieja “Staromeske nam” donde podéis ver la iglesia de Tyn (cierra los lunes), el antiguo ayuntamiento con la Torre del Reloj, San Nicolás cerrando la plaza.  





Saliendo de la plaza por Maiselova nos encaminamos hacia Josefov, el barrio judío.
Ten en cuenta que si vas un sábado muchas cosas estarán cerradas, como las sinagogas para poder verlas por dentro, tiendas, etc… Pero a nosotros eso no nos paró para poder perdernos por las calles de este barrio. 


Eso sí el cementerio judío, cerrado también, no pudimos verlo más que por una rendija que hay por la calle 17 Listopadu, ya que los muros son muy altos, también puedes ver un poco por la calle U Stareho hrbitova, un pequeño callejón donde también podrás ver el edificio de la sala ceremonial de pompas fúnebres. Desde 1946 se instaló el Museo del gueto de Praga. 






Por la calle Bilkova llegamos hasta el convento de St. Agnes. Tanto de ida como de vuelta puedes ver por el camino varias sinagogas, como la Española- que dicen que es de las más bonitas por dentro -, la vieja sinagoga, la sinagoga de Maisel, la sinagoga Alta y la de Pinkas. 




Desde el convento de St. Agnes puedes volver al centro por la calle Rybna para llegar hasta la torre de la Pólvora, se puede subir, pero no sé si por su altura merecen la pena las vistas, también tiene un pequeño museo. Si coges la calle Celetna puedes volver a la plaza Vieja pero por el camino puedes desviarte un poco y ver el teatro de los estados generales y la iglesia de San Galo. 





Y tras la comida, nos vamos caminando hasta Vysehrad, pasando por Nove Mesto, desde la plaza unos 30/35 minutos. Salimos por la calle Karlova, girando en Liliova para ver la Capilla de Belén, seguimos por Na Perstyne girando por Narodni hacia el teatro nacional, impresionante edificio que se construyó gracias a colectas populares y que tras un incendio volvió a ser reconstruido de nuevo por la gente de Praga. Seguimos por el río para ver la “Dancing house” que es un hotel y probablemente puedas subir hasta su terraza. 




Giramos por la calle Resslova y por Dittrichova para ver el Monasterio de Emaus, pero está tan escondido y no hay casi aceras para poder verlo de cerca, así que continuamos hacia Vysehrad por Vysehradska. Tras una cuestecilla llegas a unos muros altos y una gran puerta, estaba anocheciendo cuando llegamos, con la nieve y las farolas, era una imagen preciosa. 



Y entramos en Vysherad que fue la sede de 3 generaciones de príncipes de la dinastía de los Premislida y legendaria plaza fuerte. Aquí podemos ver la iglesia de San Pablo y San Pedro, la rotonda de San Martin, es la más antigua conservada en Praga. Además de tener unas maravillosas vistas de la ciudad. 







En el cartel de la entrada indican que en invierno cierran a las 18, pero nos fuimos por esa hora y seguía subiendo gente. 


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