La Papelería

Ya os adelanté en otro post que hemos tenido la suerte de contar con la ayuda de una amiga para hacer el diseño de toda la papelería, y la verdad que no pudo quedar mejor. Ahora ya os puedo mandar imágenes y contaros todo lo que hicimos.

La invitación tenía forma de pieza de puzzle, lo que queríamos decir a la gente es que forman parte de nuestro puzzle, al final no seríamos lo que somos sin esas personas que nos acompañaron ese día. Y el resto del diseño, obra de nuestra amiga, tenía todo un toque de boda rural, colores cálidos y un texto elegido y escrito por nosotros. Algo muy sencillo pero diferente.



Compramos sobres kraft que le daban más toque rural a la invitación e imprimimos un logo que había hecho ella con nuestras iniciales, quedó muy bonito. Por dentro le pusimos una blonda a cada sobre y para el cierre estampamos un sello que nos regalaron con la fecha de nuestra boda.

 




La invitación tenía dos partes, por un lado la pieza del puzzle y por otro lado había unos muñecos de papel, que había que montar, que se parecían a nosotros. También diseño de esta amiga, si ya os he dicho que es una artista. Para que no se cayera nada al sacarlo del sobre, lo atamos todo con una cuerda y para cerrarlo pusimos una hoja.






El resultado muy bonito, a la gente le daba pena desatarla, otros enseguida montaron los muñecos.


Y siguiendo con esta temática, le pedimos también que nos diseñara dos cosas más, el menú de la boda y un cartelito a modo de dar las gracias a los invitados.

El menú fue algo sencillo, un círculo con el mismo fondo y pegado en una blonda, vi esta idea en una feria vintage a la que fui el año pasado, tenían una mesa montada y me pareció súper original poner así los menús.
Foto de Alan Studio


El cartel de gracias, como casi todo el mundo venía de fuera, decidimos hacerlo con la forma de los carteles de no molestar de los hoteles, para que se lo dieran o bien con las llaves, o lo dejaran colgado en los pomos de las habitaciones. Gustaron mucho y creo que fueron un acierto, ya que no pudimos recibir a los invitados a su llegada al hotel, que al menos se sintieran acogidos después del viaje. 



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