De paseo por Mallorca:

Ubicada en las Islas Baleares, lugar de veraneo por excelencia donde el sol y el buen tiempo siempre acompañan en sus maravillosas playas y calas. 

Por su puesto que no puedes perderte nada de esta isla, y otro día os contaremos diferentes opciones para visitar cerca, pero hoy pasearemos por Palma de Mallorca, y sus estrechas calles, muchas peatonales, donde aún podemos ver algunos restos de la muralla de la ciudad. 



El castillo Bellver es un imprescindible de la ciudad y no puedes perderte las vistas de la bahía, el pequeño bosque que lo rodea también es magnífico para el paseo. Es el único castillo en España con planta circular. 

Continuamos el paseo cerca del mar, para disfrutar de las vistas de la bahía, y seguimos por el passeig de Sagrera para ver la Lonja de Mallorca con sus increíbles arcos. 

Tendremos que volver un poco para atrás y adrentrarnos por la carrer del Consolat, girando en la carrer dels Apuntadors para llegar hasta la plaza de la Reina y el jardín de S’Hort del Rei, donde podréis disfrutar de un hermoso jardín con fuentes y flores. De camino podréis ver el palacio Can Marques, hoy convertido en hotel, por lo que podréis entrar a ver su patio. 

Justo detrás de los jardines se encuentra el palacio de la Almudia, es el palacio Real de la ciudad y una de las residencias de Juan Carlos I. Y frente a este se encuentra la Seu, la catedral de Mallorca, es una de las más altas de Europa. 


Antes de llegar al palacio de la Almudia podremos ver el impresionante edificio de la Fundación Bartolomé March, que aunque no entres solo el edificio ya te llamará la atención. 

Volveremos a acercarnos al mar para llegar al Parc de Mar, cogiendo la carrer del Deganat, luego Sant Pere Nolasc, y girando en la carrer de la Portella para poder ver el edificio Cal Marqués de Torre, que ahora alberga el colegio de arquitectos y el edificio de Can Fontiroig. Casi todos los grandes edificios de la ciudad contaban con patios abiertos, pero hoy en día éstos no se pueden visitar ya que muchos de estos edificios son privados. Ya en el Parc de Mar podremos disfrutar de nuevo del olor a mar, la brisa y el puerto. 



Regresamos a la carrer de la Portella, para llegar la plaza de Cort, donde se encuentra el Ayuntamiento de la ciudad, por el camino verás edificios como los antiguos baños árabes, Can Oleza, Can Ordines d’Almadrá, Can Amorós, el museo Can Morey-Sant Martí, Can Formiguera. En la plaza de Santa Eulalia haremos un pequeño desvío rodeando la iglesia del mismo nombre y justo detrás en la carrer de Can Savella podremos ver los edificios de Can Vivot (en esta casa se urdió la conspiración a favor de los Borbones durante la guerra de Sucesión), Can Juny y Can Catlar del Llorer. 




Para dirigirnos al paseo del Born, donde podréis ver exclusivas casas señoriales y tradicionales, tendremos que volver a la plaza de Santa Eulalia para llegar hasta la plaza de la Cort e ir por la carrer de Sant Domingo hasta la plaza del Rosari y salir por carrer Constitució. (Depende de cómo hagáis el recorrido, también podréis coger el paseo del Born desde la plaza de la Reina). Aquí encontraréis la oficina de turismo en el edificio Casal Solleric, una de las casas señoriales de la ciudad con su patio que también podréis visitar. 

Seguiremos por la carrer de la Unió para llegar hasta la plaza Mayor. Por el camino veremos la plaza del Mercat, y el edificio Casasayas de un seguidor de Gaudi. Cerca en la plaza Weyler podéis ver el Gran Hotel, que fue pionero en la industria turística y hotelera de lujo en Mallorca. Hasta la inauguración del Ritz de Madrid fue el hotel más lujoso de España. 



Salimos de la plaza Mayor por la calle Carrer de Sant Miquel donde se encuentra el Museo de la Fundación Juan March. 

El barrio judío o Call es otra zona que no debéis perderos con sus estrechas calles, talleres tradicionales, caserones, aún se puede notar lo que fue esta zona en el siglo XII. El área del barrio está comprendido entre la Plaza de Santa Eulália y Porta d’es Camp, la calle de Sol y la unión de la calle Monti-Sion, y la calle Seiminari. 



Otra zona que no podemos olvidar es el antiguo barrio de pescadores de Santa Catalina, junto al parque de Sa Feixina. El mercado centenario repleto de productos locales, se ha convertido en centro de moda. Las calles con coloridas casas y mansiones están repletas de tiendas de marca y artículos vintage. Para aquellos que busquen, un lugar dónde tomar algo, podrán encontrar tanto cafeterías como coctelerías con música.


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